Desde Hysteria Colectiva surge la iniciativa de crear un debate sobre el conocimiento y reflexión de los grupos no mixtos.
Queremos agradecer la participación excepcional de todas las personas asistentes al debate, la gran afluencia, interés, respeto y aportaciones al mismo.
Reflexiones concedidas por el moderador del debate:
Mi participación como moderador en el coloquio sobre grupos
no mixtos organizado por Hysteria Colectiva me dio un lugar privilegiado para
disfrutar del encuentro. Aunque mi atención se tuvo que repartir entre los
diferentes testimonios que se dieron y las peticiones de turno de palabra (lo
que me obligaba a no despegar los ojos del público en busca de manos alzadas)
lo cierto es que en todo momento compartí la atmósfera especial que se creó esa
noche en el CSOA L'Horta. Porque más allá de las interesantes propuestas y opiniones
ofrecidas por los y las asistentes, lo que me llevo es esa atmósfera de
comunicación y de respeto palpable durante todo el coloquio.
Uno de los primeros momentos en los que conecté con esa
atmósfera me llegó por la intervención de Jose Luís, de l'Espai d'Hòmens.
Cuando Jose Luis comentó aquello de que "la revolución empieza desde uno
mismo, desde dentro" sentí que detrás de aquellas palabras (que he oído
tantas veces) había un trabajo auténtico, un cuestionamiento profundo y un
proceso conjunto de resituarse como hombre y como persona. Algo que
difícilmente puede hacerse fuera de un grupo de hombres con la inquietud de
plantearse qué es eso de la masculinidad y cómo les afecta. En ese momento
comprendí que un grupo de hombres podía ser algo mucho más allá de un simple
ejercicio de postureo políticamente correcto. Me impresionó y me alegró mucho
comprobar que hay hombres de la edad de mi padre que están haciendo ese trabajo
juntos. Y, claro, me dieron muchas ganas de participar de sus actividades.
Las aportaciones de Jose Luís y de todas las personas que le
siguieron abren para mí un camino claro (y muy potente) para hacer posible que
los movimientos sociales escapen de las peores versiones de los juegos de poder
presentes en el resto de la sociedad, y muy especialmente, en el mundo de la
política. Es un trabajo duro y arduo, pero creo de verdad que merece la pena.
Es el tipo de trabajo que podría hacer que marcáramos la diferencia en el
tiempo que nos ha tocado vivir. El trabajo que apuntala una forma más íntegra,
más completa de relacionarnos hombres y mujeres.
Por
todo esto, estoy muy agradecido a Hysteria Colectiva por haberme invitado a su
debate sobre grupos no mixtos. Y desde este correo acepto su invitación para
futuras colaboraciones