viernes, 10 de diciembre de 2010

Manifiesto de Hysteria Colectiva

En el 2007 un grupo de colegas se reunieron con la idea de formar un grupo de mujeres como un proyecto de aprendizaje mutuo, creando un espacio en el que poder expresarse y compartir inquietudes, experiencias y debates. Esta idea se quedó en el aire hasta el 2008 que la asamblea tiró pa’lante pero por diferencias de base se disolvió.



En el 2009, algunas de esas compañeras, junto con otras colegas, decidimos que era momento de ponerse en marcha, y sí o sí esta vez tirar pa’lante.
Y aquí estamos. Después de un año y medio debatiendo textos, compartiendo experiencias y tejiendo las redes de un círculo de mujeres, vimos la necesidad de pasar a la acción, la difusión, salir a la calle y seguir manteniéndonos como un grupo autogestionado.

¿Por qué Hysteria Colectiva la formamos sólo mujeres?
Esto no es un capricho, ni nos sentimos sexistas por ello. Sencillamente, necesitamos nuestro espacio, y somos conscientes de que en el ambiente que se crea cuando el debate es exclusivo entre nosotras, nos sentimos más cómodas, aunque sea solo por el hecho de que nuestras experiencias vivenciales son las mismas, y para ciertos temas nos entendemos mejor.
Algunas de nosotras hemos pertenecido o formamos parte de colectivos en los que, sin querer atacar a nuestros compañeros, hemos visto la necesidad de buscar un espacio propio. Es el problema que surge muchas veces en colectivos del ambiente libertario, donde se presupone que lo tenemos todo superado en cuanto a género, donde todxs somos súper feministas. Pero por más que nos joda, este tema no está superado, y creemos que es porque en esta sociedad patriarcal los roles de género los venimos mamando desde que somos pequeñxs.
Somos conscientes de cuál es nuestra parte a cambiar en todo esto. Nosotras hacemos un análisis crítico de nuestro rol de mujer y asumimos que necesitamos un espacio propio para replantearnos ese rol que se nos presupone sólo por el hecho de ser mujer. No vamos a negar que nos consideramos mujeres, pero no ésa que nos venden. Y queremos discutir qué partes de ese rol estamos dispuestas o no a aceptar.
Dentro del círculo de mujeres nos resulta más fácil tomar contacto con nuestra parte femenina, debatirla, darle una vuelta y volverla a asumir, siendo conscientes de que dentro de nosotras también existe una parte masculina que nos tenemos que currar. El concepto de mujer no nace, se hace. Queremos aceptarnos como seres íntegros, que tenemos útero, pero también tenemos nuestra machorra dentro, ¿y qué?

Somos hystéricas, y tenemos un par. Nos reímos, como Liliana Felipe, de Freud. Tener ‘hysterion’ (en griego, útero), no es estar loca de atar. Generaciones de mujeres han sido tachadas de histéricas y enfermas por indignarse, gritar, sacar su animal afuera y reclamar lo que era suyo. Aquí estamos nosotras para transformar ese concepto, de patológico a más que sano, necesario y lógico. Y decir que sí, que somos hystéricas, que nuestra bestia ha salido a pasear y que nada ni nadie nos va a parar.


HYSTERIA COLECTIVA- Noviembre 2010









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